Zombis, dráculas, vampiros, brujas, calabazas, payasos y un sinfín de personajes de terror inundan las calles de Álora, con la celebración de Halloween, la noche más escalofriante y terrorífica del año.
El Mirador de las Casas Nuevas acogió una fiesta infantil con concurso de disfraces, talleres, juegos, bailes a cargo del grupo de baile de Mónica Morales y el peque túnel, a cargo de la Asociación Cultural Belén Viviente. Así mismo, el Museo Municipal se caracterizó para la ocasión y albergó la Exposición “Día Santos y Difuntos: Tradición y Culto”.
Lo realmente espeluznante y atractivo se encontró en el Castillo, antiguo cementerio de Álora y convertido en el Pasaje del Terror. Un espacio donde el misterio, las leyendas y el miedo se dieron la mano, y que reunió a más de 1000 personas con el deseo de vivir una experiencia única e inquietante.