Calle Carmona
Es una de las arterias principales de Álora. Su primitivo nombre era Las Piletas, tomando luego el nombre de Carmona en honor de la familia principal que vivió en ella. En el año 1.911 se llamó calle Diego Morales García, en honor a este político, que fue alcalde entre 1.883 y 1.885, en cuyo período se hizo la reforma de la calle Algarrobo. En la actualidad, la calle ha sido reformada con la intención de darle un aire de tipismo perote. Una nota peculiar a resaltar de esta calle es que hasta hace realmente poco tiempo la numeración de las casas aparecían al contrario de cómo corresponden (los números pares a la izquierda y los impares a la derecha). Al parecer, esta costumbre era típica en el pueblo. Hoy en día es una calle de entrada a la ciudad y está orientada especialmente al comercio.
Calle Chozuelas
Es una de las calles más pendientes de Álora. Sufrió graves desperfectos a causa del temporal de 1.856. Empieza en la calle Cantarranas. Antonio Bootello argumenta que tuvo su origen en la manera de la construcción perota.
Monumento a la Faenera
Está realizado en bronce por Mario Amaya, a principios del siglo XX. Muestra las faenas que realizaban antiguamente las mujeres en Álora. Ellas se encargaban de limpiar, envolver y empaquetar las naranjas que posteriormente se exportaban a Europa y otros lugares. Cabe destacar el precioso mosaico en el que se puede contemplar una imagen de una parte del pueblo. Está situado entre calle Cantarranas y calle Carmona.
Plaza Fuente Arriba
Le viene dado este nombre por la situación de la plaza, ya que existe otra más abajo, llamada Plaza Baja de la Despedía. Es el centro neurálgico del pueblo y en ella se encuentra el Ayuntamiento. Antiguamente, en esta plaza había un convento (beaterio bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción) de monjas franciscanas construido a lo largo del S. XVII. El 19 de enero de 1.700 entraron las primeras monjas. Este edificio fue destruido durante la Guerra Civil. Más tarde, los escombros del edificio serían diseminados en Poco agua.
Calle La Parra
Es una de las calles con más historia de Álora. Su importancia ya se inicia en el S. XVII con la fundación del Beaterio que existía en la actual Plaza Fuente Arriba. La burguesía que vino con las construcción del ferrocarril se instaló rápidamente en esta calle. En 1.898, el Ayuntamiento adquirió un solar (el lugar que ocupa hoy la actual Casa Consistorial) para construir su propia casa. Después, a raíz de la destrucción del convento, ocupó el centro de la plaza.
Calle Zapata
Empieza al pie de la calle La Parra y termina en la de Algarrobo, ocupando buena parte de su anchura las calzadas de varias casas de su acera derecha. En tiempos antiguos tuvo dos callejuelas, la del Limón, que daba a la calle Bermejo, y otra que daba a la calle Real. En un corto periodo de tiempo se llamó de la Cilla, por estar en ella la Cilla Decimal, almacén donde guardaban el trigo. Aunque el nombre más usual es el de Zapata, por haber tenido allí casas propias personas con dicho apellido. Su antigüedad es del año 1.547.
Calle Atrás
Es una de las calles más largas del pueblo. Comunica la parte baja del pueblo con la alta, al mismo tiempo que une las dos plazas principales. La importancia de esta vía radica en que es una de las calles más usadas para la comunicación de la parte alta con la baja de la población. Ya antes había tomado mucha importancia con la edificación de la iglesia parroquial en el S. XVII y el convento de las monjas en el S. XVIII, que ocupaba la entrada y salida de la misma. En esta calle existe un mosaico que hace alusión a los meceeros, que pertenecen a una tradición que tenía lugar durante las Navidades y simbolizan el encuentro de novios y pretendientes. Los meceros se instalaban en las calles más estrechas en las que se mecían a las mozas, mientras les cantaban canciones, como la que se puede leer en el mosaico. En la casa número 55 (número 64 entonces) hay una placa que conmemora la estancia del rey Felipe IV, acompañado de su valido D. Gaspar de Guzmán, el día 2 de abril de 1.624.
Plaza Baja de la Despedía
Su nombre viene dado por estar situada en la zona más baja del pueblo. Desde 1.994 pasó a llamarse Plaza Baja de la Despedía, porque es aquí donde se celebra el Viernes Santo de la Semana Santa el encuentro entre los tronos de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores. En ella se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, el Museo Municipal Rafael Lería y un precioso mirador sobre el Arroyo Hondo. Antiguamente, también estaba aquí el Hospital de San Sebastián, que fue destruido a causa de la Desamortización. Después de dicha destrucción, el espacio dejado ha adquirido la forma de una placita que le da más visibilidad a la Parroquia.
Calle Ancha
Es una de las más antiguas de Álora. En sus comienzos fue la calle principal que unía la Plaza Baja de la Despedía y el mirador de Sidi-Ali-El Bari. En una de sus primeras casas hay colocada una placa que hace alusión a la estancia de Miguel de Cervantes como escribano en Álora entre 1.587 y 1.593. No debemos olvidar que la calle ancha sólo tenía viviendas a su lado izquierdo. En su lado derecho se cuenta que enterraron a los muertos en la epidemia de la peste. La calle Ancha se llama así porque era la principal y más ancha del pueblo. Actualmente, es impresionante ver en ella la subida del trono de Nuestro Padre Jesús Nazareo de las Torres en el Viernes Santos de la Despedía, cuando los Paracaidistas suben rápidamente con el trono.
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